Mezclamos agua con sal en un vaso y con harina en el otro.
Aunque las dos son blancas, la sal se disuelve completamente y en cambio la harina da color al agua.
Ahora ponemos un poco de aceite, no se mezcla con el agua, forma una capa encima del agua, y si ahora intentamos añadir harina y mezclar se forman grumos. Por lo tanto es mejor añadir primero la harina y después el aceite.
Al añadir más harina se va formando una masa con la que podríamos hacer un pequeño panecillo. ¡ Vamos a intentarlo todos!
¡Todos a amasar!
Ha sido genial, Muchas gracias. ¡¡¡¡¡ BIEN !!!!!
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