Maizena, pasas flotantes, agua que no cae y brújula casera

 El 13 de febrero Diego Trigo, Manuel Sevilla, Daniel y Alejandro Moreno vinieron preparados para enseñarnos cuatro interesantes experimentos.

A Diego  Trigo y  a su madre les correspondió  explicarnos que hay líquidos que pueden comportarse como sólidos y líquidos, dependiendo de la presión a la que se les someta. Para comprobarlo necesitaremos:

• Un recipiente en el que poder hacer la mezcla.
• Maizena
• Agua.

La proporción aproximada entre maicena y agua es de 2/3 de maicena y 1/3 de agua, pero se podrá variar en función de si la mezcla queda muy líquida.

Preparación:
Se verterá en el recipiente la cantidad de maizena deseada (calculada la proporción de agua según hemos fijado antes) y poco a poco la iremos mezclando con el agua que iremos vertiendo, la mezcla ha de ser lenta ya que de hacerla a mayor velocidad, la mezcla se solidificaría.

Si golpeamos la masa con la palma de la mano parecerá sólida pero si queremos introducir el dedo en vertical  este se hundirá sin dificultad.

Después le tocó el turno a Manuel Sevilla y a su madre, hicieron bailar unas pasas al introducirlas en un vaso lleno de gaseosa, ¿ magia o ciencia ?. ¿Cómo es posible?.

La bebida gaseosa tiene una gran cantidad de dióxido de carbono disuelto (CO2), que forma burbujas más fácilmente en superficies como el vidrio.

Las burbujas se adhieren a las pasas , crecen y hacen flotar a las pasas.

Cuando las pasas llegan a la superficie,las burbujas se rompen, y las pasas se hunden nuevamente.

Daniel y su madre nos enseñaron a volcar un recipiente lleno de agua y que no se caiga. ¿será posible?

Llenamos el bote con agua hasta que rebose.

Cubrimos totalmente la parte superior con una carta.

Y...No se derrama el agua. ¡¡ Bien.....!!

Si en algún momento nos encontramos perdidos en el monte, o simplemente por curiosidad, ¿Cómo podemos saber dónde está el norte?.

Alejandro Moreno y su padre nos enseñaron a construir una útil brújula magnética casera.

Materiales:

• - Una aguja.
• - Un imán.
• - Un plato o recipiente aplanado.
• - Un corcho de entre 6 y 12 mm de grosor.

Llenamos el recipiente con agua

Frotamos la aguja con el imán para que quede imantada.

Introducimos la aguja en el corcho.

Depositamos con cuidado el corcho en el agua. Comprobamos que funciona correctamente.

¡Vamos a intentarlo nosotros!

¡¡¡¡ Muchas gracias !!!!