Esta semana vamos a descubrir que un huevo puede rebotar, Sergio acompañado de sus padres nos va a explicar como lo podemos conseguir.
Necesitamos, huevo y vinagre y un vaso
Este experimento demuestra la reacción química que ocurre entre el carbonato de calcio del cascarón y el vinagre (un ácido).
La cáscara del huevo es dura pero frágil.
Las cáscaras de huevo están compuestas de carbonato de calcio, un compuesto orgánico que también se encuentra en piedra caliza, yeso, mármol y los corales. El vinagre contiene ácido acético, que es la sustancia que da al vinagre su sabor amargo.
Las cáscaras de huevo contienen carbonato de calcio, que reacciona con un ácido en el vinagre llamado acético. Este ácido rompe el calcio y el carbonato disolviendo la cáscara. Mientras que el calcio flota, el carbonato reacciona con el ácido acético para crear dióxido de carbono. Por eso se ven burbujas.
Tienen que pasar dos días para que disuelva la cáscara pero Sergio ha traído unos huevos con los que ha hecho el experimento en casa.
Además de esto, el huevo va aumentando de tamaño, y la membrana semipermeable que envuelve a la célula y que está justo debajo de la cáscara, va adquiriendo consistencia gomosa (lo que permite dar pequeños botes con el huevo). Como resultado del experimento, nos encontramos con un huevo de mayor tamaño, sin cáscara, y con una textura de goma que nos invita a botarlo como una pelota.
Después de unos días nuestros huevos han quedado así, ahora los lavamos con un poco de agua para eliminar el vinagre y el calcio disuelto y parecen de goma, ¡cuidado si apretamos mucho se rompen que están crudos!
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¡¡¡¡Muchas gracias!!!! |